La "curación" de contenidos no tiene nada que ver, en principio, con el verbo "curar", salvo si por "curar" entendemos sanar o mejorar algo. Procede del inglés "curator", que significa `seleccionador de obras de arte´. Este anglicismo ha adquirido un nuevo significado en el ámbito de internet que es: `seleccionador de contenidos´.
Hoy en día esta selección de contenidos se ha vuelto imprescindible en cualquier ámbito del saber debido a la ingente cantidad de información existente en la red. Pero, tras esa selección de contenidos realizada por alguien cualificado, el proceso de "curación" no acaba ahí.
Tras la búsqueda de información ha de llevarse a cabo su filtrado y después su difusión. Para todo ello existe una serie de herramientas muy útiles que facilitan el proceso de curación de contenidos. Algunas de estas herramientas son:
Tras la búsqueda de información ha de llevarse a cabo su filtrado y después su difusión. Para todo ello existe una serie de herramientas muy útiles que facilitan el proceso de curación de contenidos. Algunas de estas herramientas son:
1) Para buscar contenidos, filtrarlos y almacenarlos son buenas herramientas tanto Feedly, Pinterest como Flipboard, entre otras.
2) Para elaborar y difundir contenidos: Slideshare, Scribd, Blogger o los diferentes tipos de documentos que se pueden crear con GoogleDrive.
3) Para esos difundir contenidos son válidas las herramientas de búsqueda y filtrado inicialmente expuestas o cualquier red social como Google+ o Twitter.
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En el ámbito educativo es importante mostrar la utilidad de estas herramientas al alumnado. Enseñarles que el "copia y pega" no conduce a nada y mostrarles cuál es el proceso que han de seguir para crear conocimiento en un entorno de "infoxicación".
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